• 1 taza de azúcar granulada
• 1/4 taza de agua
• 6 cucharadas de mantequilla sin sal , cortada en trozos
• 1/2 taza de crema espesa
• 1 cucharadita de vainilla
• pizca de sal

Instrucciones

 

1. Añade el azúcar y el agua a una cacerola de fondo grueso de 3 cuartos de galón; revuelve un poco para que quede en una capa plana y uniforme.
   
   
2. Calienta la olla a fuego medio y cocina hasta que el azúcar se disuelva, se vuelva transparente y comience a burbujear. (Al principio estará turbio, pero se convertirá en un líquido transparente y burbujeante). Esto lleva alrededor de 3 a 4 minutos.
   
   
3. (En este punto, no revuelva nuevamente; simplemente deje que burbujee, gire la cacerola de vez en cuando y cepille los lados de la cacerola, según sea necesario, para evitar la cristalización).
   
   
4. El azúcar formará grumos, pero continúe revolviendo y cocinando hasta que la mezcla se espese y adquiera un color ámbar intenso como la miel (esto puede llevar entre 8 y 12 minutos), vigilando que la mezcla no se queme.
   
   
5. Añade con cuidado la mantequilla y bate hasta que se derrita por completo. (El caramelo burbujeará rápidamente, así que ten cuidado y sigue batiendo).
   
   
6. Retire la cacerola del fuego y vierta lentamente la crema, batiendo continuamente hasta que toda la crema se haya incorporado.
   
   
7. Bate la vainilla y la sal.
   
   
8. Dejar enfriar en el molde durante 10 minutos.
   
   
9. Luego, viértalo en un frasco de vidrio con tapa y déjelo enfriar por completo (se espesará a medida que se enfríe).

Consejos & Variaciones

 

• Para una salsa más espesa, deja cocinar unos minutos extra.
  
  
• Agrega una pizca de sal gruesa para un delicioso caramelo salado.
  
  
• Si se endurece al enfriar, caliéntala a fuego bajo o en el microondas con un poco de leche.

Esta salsa de caramelo casera es la mejor manera de elevar tus postres con un toque de dulzura irresistible. ¡Pruébala y sorprende a todos con su sabor!